(1902) METAL ARGENTINO // CJ#ENSAYOS-53 - Código: RUBU
Publicidad - Metal: Alpaca - Peso: 9.5gr - Diámetro: 30.8gr - Grabador: Bellagamba y Rossi
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Publicaba la revista Caras y Caretas de Diciembre de 1902 la siguiente publinota en su segmento Inventos Útiles:
Don Faustino (sic) de Rosa, Industrial establecido desde hace largos años en Buenos Aires, es autor de un nuevo metal, obtenido por aleación de cobre, niquel, zinc y plata, a la que se incorporan además ciertas sales que dan homogeneidad a la liga y contribuyen a blanquearlo. El inventor ha obtenido su patente respectiva y ha exhibido diversas muestras de ese metal en varias formas, habiéndose fabricado con el medallas o monedas en el establecimiento de los señores Bellagamba y Rossi, y últimamente en la misma Casa de Moneda. El inventor ha dado a su liga el nombre de metal argentino por amor al suelo hospitalario en que ha formado su hogar y su fortuna. El metal argentino es blanco y homogéneo, exterior e interiormente. Inalterable, de resistencia superior a la de los otros metales, ofrece garantías contra la falsificación. Una moneda falsa tendría que ser mayor de tamaño para tener el mismo peso de la legítima; si el tamaño fuera igual, su peso sería inferior.
De qué se trata este novedoso metal? La
En los talleres de Bellagamba y Rossi fundiendo el Metal Argentino
La Argentina, que marcha por la gran vía del progreso, aspira a tener su metal propio. Quiere ser conocida en el mundo económico por su moneda exclusiva. No en vano se decía una vez, a un joven marino que partir en viaje de estudio a Europa, nel nunca olvidado escritor don León Walls, con ese aticismo galo que ponía en su conversación, salpicada de recuerdos oportunos: "Parta usted, y cuando le pregunten por este país, conteste usted que aquí la argentina es oro" Y así podría decirse ahora en presencia del trabajo que acabamos de leer: allí el argentino es metal nacional. Se trata de un nuevo metal, inventado por los señores Bellagamba y Rossi y Francisco da Rosa, resultado de una liga que, teniendo diversas aplicaciones industriales, podría ser empleada con gran ventaja en la sustitución del bronce de níquel que circula como moneda fraccionaria. Ese metal ha sido patentado por la Nación.
Los inventores se han presentado al Gobierno Argentino en la seguridad que si se aceptara su proposición se tendría una moneda menor uniforme, nítida, sólida e infalsificable, nueva y diferente de las que han generalizado y son materia de fácil explotación. En nuestro metal, dicen, entra la plata como elemento componente y otras sustancias que constituyen el mérito y novedad del sistema. Ese metal sustituiría perfectamente como moneda fraccionaria a la plata, evitando los sacrificios inútiles que impodría el proyecto de acuñar una moneda de plata de 835 milésimos fino, que difícilmente se mantendría en la circulación.
Ahora bien, la Casa de Moneda de Buenos Aires no ha participado de las opiniones de los señores inventores, por lo que ha presentado un informe desfavorable al señor Ministro de Hacienda de aquel país. Y son esas opiniones las que los señores Bellagamba y Rossi y don Francisco da Rosa combaten, puede decirse que de una manera concluyente en la exposición presentada a la autoridad argentina, contenida en el folleto de que damos cuenta. La argumentación sólida y lógica, fundada en hechos, no admite réplica. Se trata de un hecho y este resulta claro y evidente de la prueba a que se ha sometido, y aún están dispuestos a someter los autores, al nuevo invento en cuestión.
Estamos, pues, en presencia de una novedad económica en la vida del pueblo argentino. Veremos lo que resuelven sus autoridades y corporaciones científicas, después de las sesudas observaciones que se han alegado contra el informe de la Casa de Moneda. El folleto que damos cuenta viene acompañado de una hoja suelta, explicativa de aquellas consideraciones, y de una página en que están grabadas las diversas medallas, representativas de una que acompaña al texto, hermosa y nítida, perfectamente acondicionada en caja de cartón. La vista de la medalla y la lectura del folleto que ilustra la materia convencen de la bondad del proyecto que se proponen los señores inventores del metal argentino.
Sin duda alguna esa es una ficha publicitaria donde ambas partes (la casa grabadora y el dueño de la patente) se verían muy beneficiados con un contrato con el gobierno nacional, sin embargo esto nunca sucedió luego de un lapidario informe en contra de estas piezas. Este consorcio se encargó de publicar en varios diarios y revistas información con las bondades de este novedoso sistema regalando piezas a distintos periodistas y personas del gobierno.
Pero nunca pasó a mayores y nunca fue considerada como un ensayo y mucho menos como moneda. Simplemente se trata de una ficha publicitaria. Habrían intentado algo similar con la Casa de Moneda del Uruguay.
Es nuestra recomendación reconocer esta interesante pieza como una simple ficha publicitaria, ni ensayo, ni moneda, ni medalla.